Los clientes difíciles son aquellos que te roban la energía y hacen que llegues a detestar tu trabajo. Son personas tóxicas.
Cada cliente es un mundo, algunos son responsables, comprensivos, valoran tu trabajo y son educados. Los otros tipos de clientes llegan a ser exactamente lo contrario, crean problemas y le ponen pegas a todo.

No permitas que te falten al respeto. ¿Y cuándo lo hacen?
-Cuando agendas la primera reunión y te dejan plantado sin avisar y sin ninguna justificación, es la primera señal de que no te están tomando enserio.
-El cliente quiere cambios, pero no sabe qué tipos, ni cómo hacerlos.
-Siempre llega tarde a la reunión y pone mil excusas.
-Te pide el correo electrónico personal o tu número de teléfono, para estar en permanente contacto contigo, incluso los fines de semana y vacaciones.
– Se niega a abonar el porcentaje que le pides por adelantado y te da largas para realizar el pago. Te exigen descuentos.
-Quiere imponerte sus reglas e intenta manipularte.
-Cambia de parecer constantemente, nunca se siente satisfecho y prolonga el trabajo, sin querer pagar las horas extras.
¿Cómo debemos actuar con los clientes tóxicos?
La médico Psiquiatra Marián Rojas-Estapé, dice que las personas toxicas “Tienen la capacidad de desestabilizarnos y son expertos manipuladores y saben detectar con gran finura los puntos débiles de sus víctimas”. Te recomiendo que hagas clic en el enlace para saber cómo enfrentar a esas personas tóxicas.
No es fácil lidiar con personas complejas, sobre todo cuando son tus propios clientes, pero en gran parte dependerá de tu actitud para que respeten tu tiempo y tu trabajo. Para lograrlo, aquí va una lista de lo que debes hacer.
- En el primer contacto con el cliente, trata de proyectar una imagen profesional, sé amable y cercano, pero eso no significa que entres en confianza con él.
- Elabora un briefing, donde el cliente te pueda proporcionar toda la información que necesitas para trabajar en la lluvia de ideas.
- Redacta un contrato donde se especifique detalladamente todo el proceso del trabajo, con el precio incluido.
- Reúnete las veces que haga falta, hasta dejar claro lo que el cliente quiere transmitir. Si no lo sabe y se siente perdido, tú debes orientarle, proporcionarle información para llegar a entender el concepto.
- Si después de llegar a un acuerdo, el cliente incumple lo convenido, debes tomar una decisión.
- No trabajes gratis, si lo haces una vez, te lo pedirán siempre. Recuerda que tu tiempo vale oro y que las horas de trabajo deben ser remuneradas.

¡Huye mientras puedas!
Trabajar con clientes que no saben lo que quieren y que tampoco se dejan aconsejar, puede llegar a ser frustrante, sobre todo, cuando te encuentras con personas que no valoran tu tiempo y, en ocasiones, te hacen replantear tu profesión. No debes caer en la trampa, si logras detectar al posible cliente tóxico, no dudes en alejarte de èl.
Tener personas que convierten tu vida en un infierno, no merece la pena. Cuida tu salud física y mental, dedica tu tiempo a clientes que sean responsables, empáticos, colaborativos y que se impliquen en su propio proyecto. Tanto tú, como ese cliente, tenéis los mismo objetivos.
Para que tu trabajo llegue a buen puerto, mantén una comunicación fluida, deja todo muy bien atado y por escrito. No olvides guardar los correos electrónicos. Los correos son documentos muy valiosos cuando surgen problemas con clientes conflictivos.
Si tú eres una persona organizada, transparente, honesta y profesional, lograrás transmitir confianza a tus clientes. Todo depende de ti, no pierdas los nervios, trata de negociar y hallar una solución cuando te encuentres en un callejón sin salida. Recuerda que el éxito de tu cliente, también es el tuyo.
Espero que te sirva estos consejos. No olvides que estamos en Piensa en Digital para lo que necesites.
¡Hasta la próxima!