¿Has decidido emprender tu negocio, pero tienes miedo al fracaso?
No te preocupes, es normal. Incluso los empresarios con mucho éxito pasan por lo mismo. No permitas que el miedo te paralice y te haga desistir de tu idea.
Según la RAE, fracasar significa: Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio. Suceso lastimoso, inopinado y funesto. Caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento.
Está claro que la palabra posee un significado muy negativo, pero si reflexionas, te darás cuenta de que fracasar es una oportunidad para corregir los errores y seguir intentando las veces que hagan falta, hasta llegar al resultado esperado.
Es fundamental tener una actitud positiva.
Sigue leyendo y encontrarás algunos tips para perder el miedo al fracaso y pensar de forma positiva.
Estos son los miedos más comunes a la hora de emprender
- El miedo a perder el dinero invertido es el más común de los miedos, sobre todo porque los comienzos no son fáciles. Dar salida a tus ahorros sin tener la certeza de que tu decisión es la correcta, seguro que te crea una gran ansiedad.
- El miedo al qué dirán, si gustará o no tus productos o servicios a tus familiares, amigos, y lo más importante, a tus clientes.
- El miedo a ofrecer lo mismo que la competencia. Está claro que todo está inventado y que lo más frecuente es encontrar a emprendedores con tus mismas ideas e inquietudes, pero eso no es un problema.
- Miedo a poner precios a tus productos o servicios. Poner precios muy bajos con tal de vender, no da una buena imagen de tu negocio.
- Miedo a no ser aceptado en el ámbito profesional al cual te dedicas. Muchas veces mantener el perfil bajo para pasar desapercibido por el miedo al rechazo, no es la mejor actitud. No se puede gustar a todo el mundo, habrá personas con quienes se tenga más afinidad que con otras.
- Miedo a no satisfacer y a no disgustar al cliente. Darle todas las facilidades con tal de que vuelva, aunque sea un cliente tóxico, es un grave error, a la larga te traerá pérdidas en tu negocio.
- Miedo a triunfar y no poder estar a la altura. Los prejuicios, el perfeccionismo y la autoexigencia, te perjudican.
¿Cómo perder el miedo a emprender?
Imagino que ya habrás escuchado muchas veces que «fracasa el que no lo ha intentado».
Cuando se toma la decisión de cambiar de trabajo y arriesgarse económicamente, es porque se desea cambiar el modo de vida. El riesgo merece la pena, siempre y cuando estés convencido, ilusionado y te apasione tu nuevo proyecto laboral.
Cualquier inversión que hagas con ánimo y confianza, ya vale la pena. Debes sentirte recompensado, porque la satisfacción de crear tu negocio y ser tu propio jefe, no se paga con dinero. Recuerda que comenzar un negocio desde cero, lleva su tiempo, sé paciente, constante y no te rindas ante la primera dificultad.
Quédate con la crítica constructiva, y las negativas, utilízalas para tomar impulso y seguir con más firmeza hacia tu meta. Piensa que los comentarios con mala intención, quizás sean porque en realidad les gusta tu idea, pero no han tenido la valentía de llevarlas a cabo.
Recuerda que una idea no es nada si no la llevas a la práctica.
El ofrecer un servicio o productos similares a la competencia, no debe ser un problema para ti. Si el nicho que has elegido es lo que dominas profesionalmente, ten por seguro que tu sello personal, tu estilo y forma de trabajar marcarán la diferencia con tus competidores, incluso las reglas y el funcionamiento de tu negocio.
Debes darle el valor económico que se merecen tus productos o servicios. Si no valoras tu tiempo, los materiales y las herramientas que has invertido en tu proyecto, no vas por el camino adecuado. No debes boicotear tu propio negocio.
Ten en cuenta que las personas que solicitan tus servicios o compran tus productos, es porque están convencidos, les gusta y no les importará pagar el precio que tú estipules.
Cuando se emprende por primera vez, el temor a ser aceptados por los profesionales del sector donde se trabaja, puede suponer una presión añadida, pero no debes caer en este error. No debes esperar la aprobación de otros profesionales como tú.
Tienes que preocuparte en satisfacer las necesidades de tus clientes, dar soluciones y cumplir los plazos de entrega. Ojo, esto no significa que tengas que aguantar a un cliente tóxico. Este tipo de personas, a la larga te traerá dolores de cabeza y pérdidas.
Es muy complicado estar al frente de un negocio, por lo que es bueno tener don de gentes, además, ser serios y muy responsables.
Por cierto, te dejo este enlace al post donde hablo sobre ¿Cómo tratar a los clientes tóxicos?
Una vez que te hayas lanzado a emprender, llega el momento de mantenerte firme, con confianza y que cada día sea ilusionante para ti. Que nada ni nadie frustre tus sueños, trata de aprender de las personas que han fracasado muchas veces en su vida, ellos podrán darte buenos consejos. ¡Siempre se aprende de los errores!
Convierte la palabra fracaso en algo positivo, déjate llevar y levántate una y otra vez, hasta llegar a la meta que te has marcado.
«Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso». Bill Gates
Espero que pierdas el miedo a cumplir tus sueños. ¡Arriésgate!
«La mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no son, es la perseverancia» Steve Jobs.
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